Identificando a algunos de los conceptos fundamentales de la enseñanza social de la Iglesia y aplicándolos al tema de los impuestos, podemos obtener algunas conclusiones sobre lo que la tradición nos enseña —y lo que no nos enseña— acerca de la recaudación de impuestos. [...] La riqueza de una sociedad es una medida agregada, en su mayor parte, de la riqueza de propiedad privada de individuos y familias; no es la posesión del estado. [...] Reconoce la importancia de los organismos intermedios, no solo en términos de su eficiencia y su proximidad a los problemas, sino también en términos de la importancia para los individuos en el ejercicio de la caridad. [...] Todo esto es un reflejo de la preocupación de la Iglesia por la subsidiariedad, que requiere respeto de las funciones propias de los diversos órganos de la sociedad. [...] La tradición social de la Iglesia enfatiza el deber de los ciudadanos de apoyar a su gobierno, así como los deberes de las autoridades civiles para gobernar sabiamente y respetar los derechos de propiedad de las personas y las familias.